viernes, 12 de febrero de 2010

CORTAZAR:LAS PALABRAS QUE JUEGAN ENTRE LA SEMANTICA Y LA MAGIA



Hoy, 12 de febrero de 20010, se cumplieron 26 años de la desaparición del escritor argentino Julio Cortázar.
Entre esta tarde matizada de climas y colores, vienen a mi mente fragmentos de aquellas historias que han conmovido continuamente mi imaginario, frases literalmente sentidas, lugares habitados desde la óptica de un escritor fascinante, para quien la realidad era el evento más sorprendente para llevar a la razón por el lado de la sospecha y la descripción, que diera como resultado entramados textos, plenos de figuras retóricas que embellecían de una manera extraña, instantes cotidianos… esos que el poeta aprende a rondar y el narrador atrapa entre sus episodios.
Este autor “argentino” mezcla de identidad latinoamericana, que llegó justo a tener un lugar de la mano del llamado boom literario latinoamericano, es a la vez un crisol de transformaciones en los modos de enunciar la situación social por la que atravesaban los países latinoamericanos por la década de los 80. Pero su decir no se enmarcaba solo en una ideología de corte político social, quizá lo que más atrapa de sus textos es la atmósfera de humanidad que se imprime en algunos de los personajes de sus relatos, el jugar con el destino a manera de un pequeño dios, los finales inesperados en donde no hay resolución de acciones, sólo motivaciones para las mentes que imaginan y han desarrollado altamente la atención para capturar los senderos múltiples por los que sus letras invitan a viajes interminables.
En fin… mi afán hoy no está dado en realizar una teoría literaria sobre este autor, sino en la motivación personal de recordar aquellos pasajes que forman parte de mi legado de academia y creación.


SUS POEMAS:



BOLERO

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

Y este fragmento:

La lenta máquina del desamor
los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos

y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo
ya no mirándose entre ellos
ya no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.



EL BREVE AMOR

Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en le espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente
para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiédose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo-
(¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos ?)



PARA LEER EN FORMA INTERROGATIVA

Has visto
verdaderamente has visto
la nieve los astros los pasos afelpados de la brisa
Has tocado
de verdad has tocado
el plato el pan la cara de esa mujer que tanto amàs
Has vivido
como un golpe en la frente
el instante el jadeo la caìda la fuga
Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos tus manos tu sexo tu blando corazòn
habìa que tirarlos
habìa que llorarlos
habìa que inventarlos otra vez.

TALA

Llévese estos ojos, piedritas de colores,
esta nariz de tótem, estos labios que saben
todas la tablas de multiplicar y las poesías más selectas.
Le doy la cara entera, con la lengua y el pelo,
me quito las uñas y dientes y le completo el peso.
No sirve
esa manera de sentir. Qué ojos ni qué dedos.
Ni esa comida recalentada, la memoria,
ni la atención, como una cotorrita perniciosa.
Tome las inducciones y las perchas
donde cuelgan las palabras lavadas y planchadas.
Arree con la casa, fuera de todo,
déjeme como un hueco, o una estaca.
Tal vez entonces, cuando no me valga
la generosidad de Dios, eso boy.scout,
y esté igual que la alfombra que ha aguantado
su lenta lluvia de zapatos ochenta años
y es urdimbre nomás, claro esqueleto donde
se borraron los ricos pavorreales de plata,
puede ser que sin vos diga tu nombre cierto
puede ocurrir que alcance sin manos tu cintura.



SUS CUENTOS: CONTINUIDAD DE LOS PARQUES

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CASA TOMADA

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