El hablador: La humanidad del lenguaje
jueves, 13 de enero de 2011
RESEÑA: LA ESCALERA DEL LOTO
jueves, 11 de noviembre de 2010
LA FOTOGRAFÍA UN ARTE Y UN MEDIO DE COMUNICACIÓN
Fred Mc Cullin
El tema de este texto gira entorno a la importancia de la recuperación y conservación de una parte del patrimonio cultural: -la imagen fotográfica-, como herramienta capaz de acercarnos a un pasado y quizás a un presente que desconocemos.
Los temas más diversos se han plasmado en fotografías, formando parte de revistas, libros y exposiciones. Los significados que ella evoca son de gran variedad: fotógrafos, épocas históricas, tecnología, retratos, cuerpo humano, naturaleza, paisajes, ciudades, niños, guerra, violencia, deportes, ceguera, familias, ciencia, museos, son algunos de los múltiples tópicos que motivan y reinventan la fotografía.
Sabemos que la fotografía entraña un gran recurso de recuperación de memoria no solo de una persona, sino fundamentalmente de todas las sociedades. Es a la vez un arte y un medio de comunicación, porque da la facilidad de acercarse a un mundo propio y particular, promueve la imaginación y tras la representación da la posibilidad de establecer interpretaciones de los aspectos culturales de un grupo.
Pese a lo anterior, no se promueve la existencia de espacios en la región dedicados al trabajo de la imagen fotográfica, lo cual facilitaría la tarea de historiadores, críticos, fotógrafos y público en general, ya que el acceso a estos espacios garantizaría también una difusión de los bienes culturales.
Saint Exupery
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Entre la poesía, la vida
viernes, 12 de febrero de 2010
CORTAZAR:LAS PALABRAS QUE JUEGAN ENTRE LA SEMANTICA Y LA MAGIA
Entre esta tarde matizada de climas y colores, vienen a mi mente fragmentos de aquellas historias que han conmovido continuamente mi imaginario, frases literalmente sentidas, lugares habitados desde la óptica de un escritor fascinante, para quien la realidad era el evento más sorprendente para llevar a la razón por el lado de la sospecha y la descripción, que diera como resultado entramados textos, plenos de figuras retóricas que embellecían de una manera extraña, instantes cotidianos… esos que el poeta aprende a rondar y el narrador atrapa entre sus episodios.
Este autor “argentino” mezcla de identidad latinoamericana, que llegó justo a tener un lugar de la mano del llamado boom literario latinoamericano, es a la vez un crisol de transformaciones en los modos de enunciar la situación social por la que atravesaban los países latinoamericanos por la década de los 80. Pero su decir no se enmarcaba solo en una ideología de corte político social, quizá lo que más atrapa de sus textos es la atmósfera de humanidad que se imprime en algunos de los personajes de sus relatos, el jugar con el destino a manera de un pequeño dios, los finales inesperados en donde no hay resolución de acciones, sólo motivaciones para las mentes que imaginan y han desarrollado altamente la atención para capturar los senderos múltiples por los que sus letras invitan a viajes interminables.
En fin… mi afán hoy no está dado en realizar una teoría literaria sobre este autor, sino en la motivación personal de recordar aquellos pasajes que forman parte de mi legado de academia y creación.
SUS POEMAS:
BOLERO
Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.
Y este fragmento:
La lenta máquina del desamor
los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo
ya no mirándose entre ellos
ya no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.
EL BREVE AMOR
Con qué tersa dulzura
me levanta del lecho en que soñaba
profundas plantaciones perfumadas,
me pasea los dedos por la piel y me dibuja
en le espacio, en vilo, hasta que el beso
se posa curvo y recurrente
para que a fuego lento empiece
la danza cadenciosa de la hoguera
tejiédose en ráfagas, en hélices,
ir y venir de un huracán de humo-
(¿Por qué, después,
lo que queda de mí
es sólo un anegarse entre las cenizas
sin un adiós, sin nada más que el gesto
de liberar las manos ?)
PARA LEER EN FORMA INTERROGATIVA
Has visto
verdaderamente has visto
la nieve los astros los pasos afelpados de la brisa
Has tocado
de verdad has tocado
el plato el pan la cara de esa mujer que tanto amàs
Has vivido
como un golpe en la frente
el instante el jadeo la caìda la fuga
Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos tus manos tu sexo tu blando corazòn
habìa que tirarlos
habìa que llorarlos
habìa que inventarlos otra vez.
TALA
Llévese estos ojos, piedritas de colores,
esta nariz de tótem, estos labios que saben
todas la tablas de multiplicar y las poesías más selectas.
Le doy la cara entera, con la lengua y el pelo,
me quito las uñas y dientes y le completo el peso.
No sirve
esa manera de sentir. Qué ojos ni qué dedos.
Ni esa comida recalentada, la memoria,
ni la atención, como una cotorrita perniciosa.
Tome las inducciones y las perchas
donde cuelgan las palabras lavadas y planchadas.
Arree con la casa, fuera de todo,
déjeme como un hueco, o una estaca.
Tal vez entonces, cuando no me valga
la generosidad de Dios, eso boy.scout,
y esté igual que la alfombra que ha aguantado
su lenta lluvia de zapatos ochenta años
y es urdimbre nomás, claro esqueleto donde
se borraron los ricos pavorreales de plata,
puede ser que sin vos diga tu nombre cierto
puede ocurrir que alcance sin manos tu cintura.
SUS CUENTOS: CONTINUIDAD DE LOS PARQUES
CASA TOMADA
sábado, 30 de enero de 2010
EL GRAFFITI COMO MANIFESTACION DEL ARTE
Sabemos que los grafitiss son tan antiguos como la misma vida humana, pero estas huellas pictóricas dejadas como testimonio milenario por algunas comunidades primitivas en los muros de las cuevas prehistóricas, han evolucionado y hacen presencia en esta postmodernidad como pinturas simbólicas y realistas que a luden a escenas de la vida cotidiana. De entonces a hoy se mantiene la presencia del graffiti como un tipo de mensaje pintado que se renueva constantemente. Al igual que el individuo de las cavernas, el grafitero de los conglomerados urbanos siente atracción por plasmar sus ideas y sentimientos en espacios públicos y de esa manera, participa a los demás de su posición personal frente al mundo.
Este tipo de manifestaciones artísticas breves y anónimas presentes en los espacios públicos poseen antecedentes en diferentes culturas antiguas (oriente, Grecia, Roma,etc.) manteniéndose en la actualidad su sentido de escritos en diversos escenarios que incluyen desde calles, muros, grutas, hasta protomonumentos. Sin embargo su duración es relativa, se podría hablar de una fugacidad de su mensaje.
En medio de la gran semiósfera que habitamos como continente de signos, surge este modo de expresión como una variante artística que puede ser valorada también como instrumento o sistema de comunicación adoptado por las culturas urbanas, desde donde se hacen visibles elementos ideológicos bajo la forma de denuncias o también sentencias correspondientes a la vivencia cotidiana, donde la transtextualidad es un medio eficaz para lograr réplicas en los interpretes o receptores del mensaje, quienes se detienen en la presencia de varios signos que comunican y no se agotan en la figuratividad de la representación o la palabra, sino en el conjunto.
Desde lo que enuncia esta conjunción de elementos se puede decir que a lo largo de las épocas y culturas ha existido el grafitismo como un medio del decir, como una forma textual, como un arte que encierra ideologías al responder a denuncias, enunciaciones, reafirmaciones o aclaraciones de las formas de vida que el hombre asume y las diversas subjetividades que en la interacción con el otro se van edificando.
El graffiti como expresión artística es muestra de la conciencia colectiva, del sentir popular frente a conflictos sociales, económicos o de tipo cultural , puede suscribirse a variadas categorías estéticas al tomarlo como una especie de Palimsesto, en la medida en que un texto se superpone a otro y adquiere vigencia desde el contexto en el que se produce y desde los referentes manejados por el lector, lo cual hace posible reconocer cierto estilo en la forma de creación de estos discursos que llegan incluso a convertirse en símbolos donde lo estético, lo maravilloso, lo literario, lo grotesco pueden mezclarse como un crisol, no solo de formas sino también de lenguas, puesto que los discursos o enunciados ajenos pueden tener también allí un lugar, ya que todo arte es en sí ya una metáfora.
Esta representación camufla el sentido crítico ideológico de los jóvenes universitarios que en sus continuas expresiones resaltan su conciencia política y el alto sentido de lo social, ante una humanidad y país que parece estar cediendo cada vez más sus derechos y modelos de vida a sectores extranjeros; siendo así muestra de las vivencias de luchas y voces de protesta que truenan bajo la tinta lúcida de imágenes y letras con sentido, que habitan como textos sobre los muros universitarios como índice de una rebeldía que busca idealizar la autonomía y abolir la imposición.
Dentro de esta expresividad juvenil también hace presencia la categoría de lo PATETICO:
Desde el sentido que se desprende de la cita directa que se expone en esta imagen se hace uso de esta categoría para manifestar el desconcierto, la angustia y dolor ante las actitudes humanas de indiferencia frente a las injusticias sociales que se viven en las comunidades, no sólo en el contexto de la universidad como un colectivo humano, sino en el pueblo que esta dejando fuera su espíritu de argumentación y lucha por un ideal de patria mejor para cada ciudadano. Este graffiti tan concurrido en la academia inicia con un punto clave, una frase imperativa que quiere movilizar al espectador a actuar : “mire la calle, ¿cómo puede ser tan indiferente? resaltando la crítica a esa falta de conciencia social que caracteriza también a los jóvenes que a veces parecen enmarcarse tanto en el saber específico, sin considerar el mundo real, pleno de conflictos de los que a diario formamos parte, pero preferimos ignorarlos y no contribuir a darles solución.
En esta institución pública aparecen los grafitiss como voces disidentes que buscan propugnar un cambio de mentalidad, desde canales no corrientes de expresión que permitan la realización de los mensajes con cierto carácter político, al exponer las opiniones de un pueblo, actuando como una especie de memoria colectiva al no ser sólo expresión de un sujeto anónimo, pues su significado responde al sentir de una sociedad. En estas manifestaciones artísticas tiene lugar también la categoría de lo COMICO, como un medio de crítica que satiriza las formas de un gobierno que cada día aniquila la identidad propia de un pueblo ante unas ideas de progreso social que cada vez se alejan más de la identidad nacional colombiana.
Esta representación expone esa categoría porque aparece caracterizado el poder como algo insólito, se reduce la idea de grandeza de un gobernante a lo ínfimo, al superponerle unas orejas de ratón. Se acude también a la contradicción, puesto que la imagen no se adecua a sus fines, pisotear el país gobernado y enaltecer el imperio del país dominante ajeno a la realidad nacional que se debe defender, representando así la imagen un cuadro insólito.
En este graffiti la imaginación es el principal elemento que embellece o desencanta con un solo soplo de fantasía, presentando seres metamorfoseados hombre-mujer- animal que en conjunción aluden a cierto vestigio mítico del ser duendes, tras los grandes sombreros, las puntiagudas orejas que permiten entablar cierta analogía con estos seres conocidos en nuestra cultura como protectores de la naturaleza que puede asumir formas no humanas, como se muestra en el tercer plano de la imagen, donde el ser representado es un burro. También se hace uso de lo siniestro en la misma representación de las formas. Con este texto pretenden lograr un efecto de encantamiento, con los seres fabulosos que asumen el papel de duendes, quienes parecen sugerir con sus actitudes el ser portadores de un tesoro: la percepción humana que puede liberarse, dando mayor desarrollo al potenciar nuestros sentidos y destinarnos en el campo del arte a crear múltiples obras de corte estético en el campo de la plástica o también en el campo discursivo de la literatura.
Se expresa así un evento que no pertenece a nuestra realidad sino a un mundo imaginado, fantaseado, irreal. Se puede afirmar que esta imagen es además Grotesca, puesto que los seres plasmados en el graffiti, no distinguen frontera entre lo animal y humano, con mezcla de gracia y fantasía., al ir contra el definido canon del cuerpo, con un sentido burlón y sarcástico que afirma y niega, que expresa la desproporción y la desarmonía, bajo una representación que no es posible en el mundo real.
Como categoría estética el carácter de lo ENIGMATICO se puede trabajar en este graffiti :
miércoles, 26 de noviembre de 2008
El hablador: La humanidad del lenguaje y la apertura del mundo
"Hablar es nacer una segunda vez".
El texto puede clasificarse como una novela puesto que se desarrolla con una trama en una secuencia de ocho capítulos o episodios, en los cuales se clarifica el marco del relato en tres espacios definidos que son la selva amazónica, el Perú colonial y finalmente Firenze, desde donde se pronuncia uno de los narradores del relato.
El autor jamás acumula detalles innecesarios al desarrollar los sucesos de cada capitulo, se limita a escoger con agudo sentido selectivo los más importantes. Las descripciones son precisas. El estilo es directo, familiar, claro, espontáneo, lleno de locuciones pintorescas y coloristas de gran fuerza expresiva, para retratar el paisaje de la amazonía peruana, donde se desarrollan la mayor parte de sucesos de los capítulos III, V y VIII.
Este personaje se interesa mucho por la cultura aborigen desde un viaje que efectúa con su madre a cierto sector apartado del Perú, su exagerado interés le genera un distanciamiento de la vida occidental, representada por su amigo que en el relato se transforma en periodista – investigador. Escritor. quien en la mayor parte de sus viajes y actuaciones cotidianas lo recuerda con afecto, a pesar de haberse distanciado por muchos años, hasta enterarse supuestamente que el motivo de su desaparición fue dado por un viaje a Israel, ultimo lugar donde quería estar el padre de Saúl antes de morir. Y digo supuesto, porque al final de la historia se aclara que Mascarita nunca salio del Perú, su viaje se realizo a la espesa selva del Amazonas, donde había logrado un reconocimiento, al volverse un icono de la cultura Machiguenga, un Hablador que cuenta las luchas entre Tasurinchi, como deidad principal y otros seres mágicos de la cosmología de este grupo indigena, dando lugar a mitos, leyendas y descripción de ceremonias rituales , aludiendo en especial a la del Ayahuasca, la cual les permitía andar o viajar. Entre los capítulos III, V y VII, se presenta el Otro narrador indígena, quien hace la representación de la cosmogonía Machiguenga a cargo del “hablador “, igualmente retrata enfrentamiento entre étnias y el avasallamiento por parte de los colonos y perpetua actividad nómada que era propia de esta comunidad.
En el relato se entremezclan apartes de testimonio bajo la figura de etnólogos lingüistas, misioneros, profesores, quienes presentan la visión occidentalizada de ese grupo que tanto fascinó a Saúl Zuratas, hasta perder la frontera de realidad y ficción, cuando se da lugar al relato estilo crónica, al interior de las vivencias particulares que el personaje Mascarita experimenta al involucrarse con otra cultura ajena que poco a poco apropia como suya. Así desde una labor de periodista, el otro narrador – escritor, evoca los acontecimientos de ese grupo étnico que recuerda con fuerza, por lo contado por Saúl en sus momentos de vida académica universitaria y que trata de revivir desde el programa de televisión “ La torre de Babel ”, donde al dar inicio a un documental por aniversario del instituto de lingüística de la universidad a la cual pertenecían él y Saúl, le permite develar el secreto tan guardado entre los machiguengas, representado en el recuerdo que evoca una fotografía de museo de un hablador, quien desde lo que explicaban los antropólogos Schneil despreciaba a los blancos. Hila todas las historias e imágenes, comprendiendo al final del texto que su amigo, Saúl Zuratas el que contaba los mitos y símbolos machiguengas era quien se habían metamorfoseado en un hablador que refuerza el valor de la palabra al interior de una cultura.
“Que miserable debe ser la vida de los que no tienen como nosotros, gentes que hablen” (p.60)” Es hora de sentarse a escuchar al que habla” (p.62)
Desde el hablador las palabras nacen, dan nombre, ordenan, participan del ser del mundo en la idea de Tasurinchi-dios creador; se desplazan con las personas que andan y se encuentran en un cruce de culturas, se ennoblecen, decaen, se pervierten, perecen, perduran, evolucionan.
Desde el entorno en el que se adscribe la novela, podríamos afirmar que las palabra se tornan en un gran árbol, cuyas raíces están en el transfundo de la vida social, cuyo follaje alcanza su plenitud en el cielo de las ideas o de los mitos y cuyas hojas rumorean en miríadas de conversaciones, desde las connotaciones que invocan y evocan, estallando en metáforas, donde las frases rompen desde la dicción machiguenga sus cadenas gramaticales para sacudirse con libertad en un acto creativo de ficción literaria o etnoficción, al trata de resaltar los valores de las comunidades indígenas, sus costumbres y tradiciones con un argumento que se va entretejiendo a través de la voz un poco misteriosa del hablador que nos indica desde el principio que estamos leyendo una serie de vidas, de relatos míticos de varias étnias de la Amazonía peruana.
Por esa razón, por la fuerza que se atribuye a las palabras en esta novela tiene una arquitectura especial, al reconstruir una serie de historias nacidas desde el horizonte del hablador.
Se destaca como elemento nuclear de la historia el poder vivificador de la palabra que se muestra como creadora y portadora del devenir de la humanidad representada en símbolos importantes aludidos en el relato que desde el mismo nombre, EL HABLADOR, la muestran como vital en el seno de las sociedades humanas, se habla aquí de la palabra como creación en elementos tales como el orden y nombre de las cosas dados por Tasurinchi, o en la Interpretación de la Biblia realizada por el padre de Saúl que permite reconocer la trascendencia de la palabra, también las enunciaciones continuas que se hacen en la historia de mitos, leyendas y ritos machiguengas, porque mediante ella la realidad y el mito tienen lugar a través de la voz, es ella la que permite hacer viajes continuos y entablar tránsitos al interior de la comunidad para forjar relatos fundantes que les otorguen su historicidad.
Las palabras abren el mundo de esa otra cultura, le dan existencia a la historia, abren ese mundo apartado mediante la curiosidad, la interrogación, la exploración, la búsqueda, la pasión por conocer de los personajes en quienes se fija un sentimiento de extrañeza hijo de una cultura dominante, occidental, ajeno a otra de corte americanista bajo la idea del vivir indigena que desencadena un universo imaginario, fabuloso de mitos, creencias, religiones, que los desarrollos técnicos y racionalistas de ciencia han mostrado poco.
Desde electa novela las palabras nacen, dan nombre, ordenan, participan del ser del mundo, se desplazan con las personas que andan y se encuentran con el hablador, se ennoblecen, decaen, al querer ser domesticadas en función de reglas y normas de los lingüistas personajes de la historia, allí se pervierten, perecen, y perduran, evolucionan en la memoria colectiva de una comunidad y a través de la escritura de autores como el novelista, quien desde un sentido estético estructura la obra con matices de emoción, sensibilidad, fascinación ante otra cultura, asume el juego del investigador periodista, para dar lugar a otra forma para decir, la escritura, que va a ofrecer la posibilidad de una inscripción más allá de la memoria individual. El lenguaje se muestra entonces desde la obra como disco giratorio esencial entre lo humano, lo cultural, lo social, es una parte de la totalidad de una cultura que se enuncia hacia otros que buscan comprenderla.
La palabra se muestra así desde la trama narrada como un patrimonio de la cultura aborigen, pero no esa palabra acabada a la cual parece criticar el autor, sino esa que se matiza y toma diversas formas, las del relato oral que permite recrearse dentro de múltiples continuidades, representada en los habladores machiguengas y la escritura, como el elemento que genera testimonio a través de las épocas, representado por parte del civilizado escritor- Periodista, quien busca con ansias la función de los habladores, concluyendo que esta consiste en CONTAR RELATOS. “…Contar historias puede ser algo más que una mera diversión…Algo primordial de lo que depende la vida de un pueblo…” (p. 92)
Función idéntica a la de nuestras etnias indígenas, para quienes la palabra es un vaso comunicante de sus historias que dan identidad, es por esto que en el hablador parece que el escritor, Mario Vargas Llosa , quisiera hacer un llamado hacia una realidad desbordante, observada directamente ahora, hacia la otra cara que puede tomar la literatura en nuestro tiempo, la literatura indigena, para quien la letra no es el elemento básico para contar, sino la prevalencia de la calidez de la diegesis, de la naturaleza misma del ser humano como contador de historias, hacedor de relatos interminables en su comunión con el otro y sentido de existencia en el mundo, pues las historias generan reminiscencias ante todo acontecer humano que debe y busca ser narrado: “Todos tienen algo que contar, eso es, quizá, lo que aprendí escuchando” (p. 127)
Se destaca entonces que así como en EL HABLADOR SE HA HECHO USO DE LA PALABRA, para fundar la historia de una comunidad, en nuestro entorno Colombiano, plurietnico y pluricultural, esta es también el núcleo de toda cultura, que no sólo está plena de hábitos, costumbres, prohibiciones, saberes, reglas, normas, creencias, valores y mitos que se perpetúan por generaciones, acumulando así un capital que genera identidad; sino que en la actualidad se pronuncia desde la función literaria como otra manera de contar y decir sus cosmogonías y cosmologías ante los lentes de la cultura foránea y ajena que busca la apropiación de estas culturas desde la imposición de lenguas, y los avatares de las tecnologías como otros medios para comunicar y culturizar.
Se Cuestiona así desde esta novela, la incomprensión surgida en América ante las voces y relatos de origen indígena, revalorizando a estos desde el oficio de un hablador, de un contador de historias que puede ser un escritor o literato, quien permite en sus tramas al lector aprehender como el hablador a través de la escucha los imaginarios particulares de una cultura.
Así mediante esta historia, Llosa parece sostener que los intelectuales de esta época deben ser unos observadores analíticos audaces, para desentrañar esos sentidos particulares que toman las cosas y las acciones al interior de una comunidad indigena, apreciar con otros lentes sus historias, sus escritos, el mundo de lo mítico que los entrecruza , ya que estos relatos ante el lente común, desde la razón, pueden aparecer como irrisorios, pero si nos detenemos de seguro que se bifurcan muchos hilos para ver las cosas del otro lado y encontrar sus significancías; eso lo comunica el autor bajo la figura del periodista.- escritor que en su oficio reforzó aquellos valores de las comunidades amerindias que en los occidentales están perdiendo validez, al devaluar sus relatos, al separar sus formas de hacer literatura y dejarlas en el olvido.
Finalmente, podemos decir que en esta novela se explora el poder de la palabra para conocer una cultura, ese debe ser su fin, servir de instrumento de acercamiento y no de aglutinación, para que surjan mediante las palabras varios habladores que hagan posible la perpetuidad de la visión ancestral del mundo que tienen nuestras étnias.